CIERRA LOS OJOS
Tapate, no
creas que te atacarán, probablemente lleguen ideas del más allá, o acá, donde
cognitivamente te sientas. Manchas en la no-visión. Una pequeña musicalidad
aparece, es armonía y risas, pero ya no, pasa un tiempo y aparentemente todo
desaparece, cae, un abismo circundante donde quizás solo exista en el vendaje,
solo tú y con quien estuvieras compartiendo mesón. Así me sentí en el puente
entre que me vendé y sonara el audio -suerte de instructivo-.
Primeramente
denotaba lugares de la corporalidad que debíamos representar: cabeza, frente,
ojos, hombros, cabeza, ojos. Y así en una especie de ritmo repetitivo. Luego de
describir en su casi totalidad el cuerpo comenzó una suerte de introspección un
tanto mística a mi parecer, aunque cabe destacar que hay aspectos que me
gustaron en la narración; El sentir el peso de la gravedad, tomar consciencia
del cuerpo (a mi parecer: somos
cuerpo, y no tenemos cuerpo) siempre
existe esto de olvidar el aspecto físico de unx, tomar consciencia de ello debe
ser un buen punto a reflexionar.
Por otro
lado creo que la velocidad de la narración, ameritaba más pausas ¿a qué voy con
esto?, todo era en un cierto sentido acelerado, quizás para no dar tiempo a la “razón”
para que pudiera hacer una estructuración más consciente de lo que se hacía,
sin embargo lo que proponía requería cierta velocidad para lograr elaborar lo
que se pedía, o se quedaba siempre un paso atrás, es decir: a medida que se
hacía un hecho “x”, la voz ya estaba en “y”, y sucesivamente.
Algo de lo
cual me percate al momento de observar los ejercicios que habían hecho mis
compañerxs. Existía cierto patrón en las formas, repeticiones, no en un
trabajo, sino en varios, un caso fueron los triángulos. Y me hizo pensar en que
la guía no debía tener ejemplos, claramente conceptos difíciles de graficar;
universo; expansión; etc. Pero no suscitar, pues condicionaría a quien ejerce
el ejercicio, a ciertas formas, producto de estar trabajando con el lado más
sensitivo del cerebro.
Pero claro
no es solo buscar el problema sin más, también proponer cierta reflexión y
buscar una alternativa, igual de efectiva que la presentada en clases. Partir
al igual que en el audio desde el “afuera”, hacia lo interior, aspecto que
podría ser más desconocido, menos “figurativo”, suena contradictorio, pero a lo
que voy es, esa interioridad, abstraerla y plasmarla al papel, mediante el uso
de ambas manos, y carboncillo (al igual que como se vio en clase). Aquí es
donde cambia: al momento de comenzar con el aspecto interior, ejemplificar lo
menos posible, y dar “pausas”, dejando solo la melodía, si bien la música siempre
suscita una atmósfera, ésta es menos concreta, a diferencia del lenguaje
verbal, con esto dando paso así al artista
en formación a poner de si, tener cierta independencia, y tomar decisiones.
Sabido
esto, repetir el ejercicio, pero sin una voz que guíe, teniendo consciencia de
los pasos a seguir, comenzar con diversas variables; solo con música (sin
cantante), con música y en movimiento, dando así una representación del cuerpo
en movimiento, o aún más allá. Elegir un formato más grande y usar las
extremidades como herramientas para estructurar una representación, de lo más racional
a lo puramente sensitivo.
Respecto a
mi experiencia en la representación, me sentía algo perdido en un comienzo,
sentía que por momentos quería mantener una estructura, cuando finalmente me
libere de ello, me lamentaba por haber tenido esa estructura más “figurativa”, sentía
que no me dejaba llevar al intentar llevarle el paso a la voz, no obstante, si mantenía cierta velocidad lograba disfrutar,
me gustaba el hecho de romper con una simetría total, es decir; que las manos n
siempre hicieran exactamente lo mismo, aunque en otros momento utilizaba ese
recurso, por ejemplo en lo alto del papel, intentando buscar una cierta
explosividad.
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